¿En dónde yace la belleza de la vida? ¿en su
complejidad, por la cual jamás terminaremos de comprenderla y así seguirá
produciéndonos preguntas y asombro durante toda nuestra existencia? ¿en su
fragilidad, porque las mismas cosas que la crean y la construyen lentamente
pueden destruirla de repente, y así es como un delicado tesoro al que hay que
cuidar con mucha dedicación? ¿en su finitud, porque así como aparece desaparece
y es como una emocionante oportunidad que debes aprovechar antes de que pase?
¿en lo que hay después de ella, porque lo que deja al marcharse es mucho más
complejo y misterioso que ella misma, y casi todos esperamos ansiosos poder
conocerlo? ¿en todas las cosas que permite sentir, como la frescura de una
brisa, el aroma de la tierra mojada, la dulzura de la miel, la suavidad de la
arena, la melodía del agua deslizándose sobre sí misma, el brillo del cielo?
¿en su peligro, gracias al cual se transforma en una placentera fuente de
adrenalina y suspenso, porque la gacela en la llanura no sabe si será el
próximo almuerzo de la leona que anda rondando y la niña en medio de la guerra
no sabe si su casa será la próxima en ser bombardeada? ¿en su extraña manera de
perpetuarse, reproduciéndose a sí misma para alcanzar así una falsa pero
convincente eternidad? ¿en nuestro desesperado deseo de que sea bella, porque
preferimos ser felices y disfrutarla en lugar de verla oscura y así sufrir,
porque no queremos que sea fea, dolorosa o aburrida? ¿en su simpleza, porque es
casi automática y quién la posee casi no debe hacer nada para mantenerla, ella
se encarga de resistir casi por sí sola? ¿en las cosas que permite hacer, porque sin ella uno no puede darse cuenta ni que existe? ¿en sus momentos más tristes e injustos, porque son los que verdaderamente le dan todo el sabor y el color a aquellos que consideramos "buenos"?
Pero, después de todo… ¿Quién dijo que en la vida yace
belleza?
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