El mundo de los humanos está tan demacrado porque se
comete el absurdo error de creer que el humano es un ser sociable.
No conozco la realidad de los demás, pero aún así me
atrevo a decir que el humano es uno de los animales más egoístas. Es fácil darse
cuenta, ya que cree que tiene el derecho de matar a cualquier mosca o mosquito
que anda a su alrededor sólo porque le molesta su zumbido, o el de comerse a
cualquier otro habitante de la Tierra; también cree que su vida vale más que
cualquier otra, se trate de una diminuta hormiga o de algo mucho más grande que
él, como un elefante.
El humano es capáz de generar y reproducir hasta los
sentimientos más inimaginados en el mundo natural, como el odio, la envidia, la
avaricia, el orgullo; y también puede cometer actos irrisorios que a ningún
otro ser sobre la Tierra podrían ocurrírseles, como el infligir dolor/asesinar
por placer y mentir.
Claramente en esto se basan todos los problemas de la
sociedad. ¿Cómo un ser tan egoísta puede pretender vivir en comunidades
numerosas? Una sociedad numerosa sólo da lugar a competencias disparatadas y
compulsivas, ya que las personas también tienen una fascinación por las
comparaciones; el humano se pasa comparando todo: las cosas, las personas, los
otros animales, y hasta a ellos mismos. Y lo peor no es eso, sino que también
se dedica a calificar, y al ser tan egoísta siempre quiere ser superior a los
demás. Entonces, en la búsqueda de esa supuesta superioridad es donde aparece
el odio y el desprecio, y todos los demás sentimientos que surgen de estos.
Las pruebas de que las comunidades más pequeños son
las más convenientes para una especie como la humana no sólo se encuentra en la
actualidad (los pueblos/aldeas pequeño/as prácticamente nunca sufren la
delincuencia, y sus habitantes viven en paz con la naturaleza), sino que
también en el pasado: las tribus aborígenes de América que vivían en grupos
pequeños subsistían sin molestar a nadie, eran generosas y hospitalarias (más
allá de que seguramente tenían sus defectos), pero las “civilizaciones” más
numerosas e “importantes”, como la azteca y la inca, eran tan o más violentas y
sanguinarias que las europeas, sometiendo y esclavizando (además de asesinando
y mutilando) a las tribus más pequeñas.
Con esto no estoy intentando decir que el humano es
la peor criatura sobre la Tierra (más allá de que realmente lo sea),
simplemente quiero dar mis argumentaciones por las cuales creo que puede vivir
mucho mejor si se organiza en grupos pequeños, y no en ciudades enormes. Y al
referirme al humano en tercera persona no pretendo aparentar ser superior al
resto, sino ser objetivo, ver la realidad como espectador y no como
protagonista, ya que creo que no hace falta que diga que también soy humano.
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