domingo, 25 de diciembre de 2011

Quiero Vivir...

 No sé. No sé qué hacer con mi vida, no sé si sólo estoy perdiendo el tiempo o si la vida se trata justamente de eso. No sé si estoy haciendo algo bueno por el mundo, no sé si mi existencia está ayudando o alegrando a alguien. No sé si estoy solo porque quiero, porque soy un idiota o porque me lo merezco (tal vez sea una mezcla de las tres).
 Lo único que sé es que hoy hubo un corte en el servicio eléctrico, todo el pueblo se oscureció y pude disfrutar de un cielo estrellado pleno, como el que no veía desde hace ya mucho tiempo.
 Entonces sí supe algo: que vale la pena soportarlo todo por esos segundos o minutos asombrosos, cotidianos o no, pero asombrosos y absolutamente fascinantes.
 No importa qué tan duro, frío y seco sea el mundo humano, debo soportarlo porque sé que al final recibiré mi innegable recompensa de cada día: el Sol apareciendo desde el horizonte e iluminando toda la tierra, y unas horas después, otro resplandor mágico pero que hará descansar a mis pupilas luego de todo el brillo extremo del día, las estrellas. Porque en este mundo hay millones de cosas por las cuales no puedo permitir que la soledad me venza: ríos, montañas, mares, playas, glaciares, auroras boreales, arco iris, lluvias, acantilados, colinas, prados verdes, chocolate, café, manzanas, flores, cosas invisibles, e incluso personas, entre incontables cosas más.
 No importa que no tenga otro par de ojos que me ayuden a ver el mundo o una mano que no me deje caer en la oscuridad por las noches, quiero exprimir la vida hasta dejarla completamente seca y comer inclusive su pulpa y su cáscara.
 Quiero sorprenderme con cada amanecer y atardecer como si fuera el único que vi y veré en mi vida; quiero sentir y ver cosas asombrosas que marquen un antes y un después en mi memoria; quiero ir a lugares que nunca podría haber imaginado; quiero sentir el placer de estar vivo con cada uno de mis cinco sentidos…

jueves, 8 de diciembre de 2011

 Realmente se subestima la frase "Encantado/a de conocerte". Hoy, se la toma incluso más a la ligera que otra frase muy famosa que deben conocer y que habrán oído millones de veces: "Te Amo."

lunes, 5 de diciembre de 2011

 Siempre te he amado y te amaré hasta que toda mi existencia desaparezca por completo del Universo... estás en los sueños de cada una de las pocas noches que logro dormir sin ti, y en los que no puedo evitar tener mientras estoy despierto...

martes, 29 de noviembre de 2011

Los 50 Atardeceres del 17 de Septiembre

El Sol descendía rápidamente y permitía que el cielo se descolore en un tono rojizo mientras yo regresaba de mi trabajo, pedaleando sobre mi bicicleta.
Me gustaba mi trabajo (entregar pedidos de una florería) y el atardecer era hermoso, pero no podía sonreír. Estaba pensando demasiado en ella y en lo egoísta que era yo al entristecerme mientras imaginaba toda su felicidad al caminar de la mano con él.
Me detuve en aquella parte del camino que bordea al río, y me bajé de la bicicleta para contemplar en paz al ocaso. Me gusta observarlo porque el cielo expresa algo único durante él, y puedo ver fijamente al Sol sin tener que cerrar mis ojos.
Entonces, además del canto de los gorriones ya somnolientos en los árboles al otro lado del camino, escuché unos sonidos extraños, como sollozos. Giré hacia todos los puntos cardinales, pero no alcancé a ver a nadie ni a nada que pudiera emitir aquellos ruidos. Sin embargo, logré discernir de dónde venía el ruido, y lo hacía desde abajo, de la orilla del río. Así que comencé a bajar por la pendiente al costado del camino, y supe inmediatamente a quién pertenecía la silueta junto al agua. Aún si hubiera estado a kilómetros, sabría que era la silueta de ella.
Primero me sorprendí, luego me alegré, y finalmente, cuando me di cuenta de que estaba llorando, me dieron ganas de llorar también. No tuve tiempo de ordenarle nada a mi cuerpo, pero ya estaba corriendo hasta abajo. Me arrodillé en el suelo y puse una de mis manos sobre su espalda mientras le preguntaba:
—¿Estás bien?
Despegó su cabeza del suelo y sus manos de su rostro; luego me miró sorprendida desde abajo. Me produce una sensación extrañamente negativa decirlo, pero, incluso llorando y con sus ojos hinchados, ella era tan hermosa.
No respondió nada, y no creí adecuado continuar preguntando. Sólo le dije que regresaría pronto y volví a subir la pendiente hacia el asfalto. Tomé las dalias que le había comprado a mi jefa para poner en unas masetas de mi casa, y bajé otra vez. Ella había cambiado su posición y estaba sentada con las piernas flexionadas, abrazando sus rodillas, que a la vez sostenían su frente. Antes de que yo pueda decirle “mira”, habló, sin moverse ni mirarme:
—Él es un idiota.
Supuse que se refería a aquel chico con quién salía. Sí, era un idiota, pero yo me mantuve en silencio.
—Teníamos que encontrarnos aquí, pero cuando llegué, se estaba despidiendo con un beso... No, con un gran beso de otra chica… —continuó hablando, pero tuve que adivinar casi toda la frase, porque el llanto le quitaba el aire y no podía entender completamente lo que decía.
Nunca había despreciado tanto a ese tipo como en aquel instante. Pero más grande que mi desprecio era la maraña de nudos en mi garganta por verla sufrir tanto.
—Esta tarde compré esto —volví a hablar una vez que algunos nudos se deshicieron, y ella me miró; luego vio el ramo de flores en mi mano—… las iba a plantar en una masetas de mi apartamento.
—Son hermosas —me dijo dejando descansar un poco a sus ojos de las lágrimas.
—¿Sabes por qué compré estas?
Ella respondió que no, moviendo suavemente la cabeza y sacando una lágrima de su mejilla. Me miraba con una atención tan grande como la que nunca antes me había prestado.
—Porque se llaman Dalias...
Extendí mi brazo hacia abajo con el ramo en mi mano, y ella sonrió tenuemente mientras se frotaba los ojos para secarse de manera definitiva las lágrimas y tomaba las flores con sus delicadas y uniformes manos.
—¿Volvemos? Pronto será demasiado oscuro —le dije.
—Sí, volvamos —respondió ella, y tomando su mano la ayudé a ponerse de pie.
Subimos hasta la gramilla junto al asfalto. Me subí en la bicicleta y ella se sentó en el portaequipaje, de costado, abrazando las flores y contemplando el atardecer. Entonces, volví a pedalear, y a sonreír.

sábado, 19 de noviembre de 2011

La Carretera

 Hay algo fascinante en subir a la carretera. No importa si al final no te espera un emocionante lugar al que nunca has ido, es un mundo de transición entre el lugar que ves todos los días y el resto del mundo.
 Es relajante abrir las ventanillas y sentir el viento durante horas mientras observas cómo va cambiando el paisaje.
 Es gratificante detenerse en una estación de servicio y ver a una considerable cantidad de personas, todas de distintos lugares y con distintos destinos, pero unidas en ese pequeño lugar.
 El viajar libera una suave adrenalina que es única, incomparable con cualquier otra sensación.
 ¡Me encanta viajar!

miércoles, 16 de noviembre de 2011

lunes, 14 de noviembre de 2011

Pequeño Y Encantador Momento

 La noche anterior una tormenta eléctrica fascinante se colgaba en el cielo de mi pueblo, y por suerte la filmé, pero esa es otra historia. La cuestión es que amaneció lloviendo, y con lluvia tuve que ir al colegio.
 Mis padres se habían ofrecido para llevarme en vehículo y que no me mojara, e insistieron, pero yo moría de ganas de caminar bajo la lluvia, y qué suerte que no acepté, porque esperaba algo hermoso (como siempre lo es caminar bajo la lluvia), pero no algo tan maravilloso.
 Avancé cien metros a través del cordón de una vereda (porque la calle estaba inundada, y la vereda llena de barro) sólo para descubrir que también allí estaba inundado, y no podría cruzar. Entonces comencé a regresar para dar una vuelta completa por otra calle y llegar, cuando escuché una voz que me llamaba. Miré hacia atrás, pero no había nadie allí, y la voz volvió a escucharse:
 Por acá dijo entre una pequeña risita.
 Entonces giré a mi derecha y allí estaba la dueña de la voz, al otro lado del canal temporal creado en la calle, con su cabello rubio algo más oscuro de lo que en realidad habrá sido, porque lo llevaba completamente empapado, al igual que su mochila y su ropa.
 ¿No hay clases? me preguntó.
 No sé. Calculo que sí. Yo estoy volviendo porque no se puede cruzar por ahí, está lleno de agua. Voy a dar la vuelta.
 No se puede, para allá también está lleno de agua.
 ¿En serio? Bueno, voy a pasar igual.
 Ella retrocedió hasta su esquina y yo hasta la mía. Luego crucé a la suya porque por esa parte el agua en la calle no era demasiada, y avanzamos a dar la vuelta.
 Estaba caminando junto a una desconocida, pero eso no era lo único emocionante, ¡estaba caminando bajo la lluvia! Y contrariamente a lo que pueda pensar desde el exterior, no estaba nervioso. Para nada nervioso. Y es que ella era tan simpática y amable.
 Finalmente llegamos a la otra esquina, y efectivamente, también estaba repleta de agua.
 Te lo dije me recordó ella riendo.
 Su risa era tan genuina, tan alegre... Ella estaba disfrutando de la misma manera que yo aquella situación. Bueno, tal vez menos, porque su persona desconocida no era tan buena como la mía.
 Voy a tener que sacarme los zapatos dije yo.
 No. ¿En serio?
 Y sí, es la única forma.
 Mientras yo me sacaba el calzado y las medias, ella giraba la cabeza de un lado a otro, en silencio. Seguro estaba buscando alguna otra manera de cruzar. 
 Yo comencé a caminar con los pies desnudos, y ella continuaba ahí.
 Por Dios... Qué vergüenza comentó mientras comenzaba a liberar sus pies también.
 Así, los dos empezamos a caminar descalzos.
 Evitamos esa esquina inundada y continuamos por la vereda, directamente hasta la otra, que era una doble avenida cuya superficie se inunda incluso cuando llueve poco. 
 En esa esquina el agua cubría hasta la vereda, y era algo peligroso porque descendía mucho, así que me arremangué el pantalón del colegio hasta las rodillas, y comencé a bajar muy lentamente, hasta que llegué a la firmeza del asfalto. Luego, me quedé observado maravillado, como un tonto, con una suave sonrisa, la manera en que ella bajaba, apoyando los pies justo en los lugares donde yo lo había hecho.
 Caminamos con creando olas con nuestras rodillas, y llegamos al otro lado. Allí, la subida era igual de alta que en la esquina anterior, y volví a ser el primero en cruzarla. Una vez que estuve firme sobre la vereda, ella parecía más insegura que antes, y tomó mi mano. ¿Qué sentí? Ninguna palabra hermosa como "maravilloso", "fantástico", "utópico", "ensueño" o "mágico" se acerca a cómo me sentí en aquel momento. Ella era tan dulce y suave.
 Sosteniendo mi mano, logró subir, y continuamos avanzando...
 Uno de esos pequeños momentos que se convierten en enormes recuerdos y te roban una sonrisa cada vez que regresan a tu mente, estés donde estés...

sábado, 12 de noviembre de 2011

 La verdad que Dios se merece mis aplausos... ha creado un mundo que yo jamás ni habría imaginado...




¡Gracias!

miércoles, 9 de noviembre de 2011

En mi cama de recuerdos paso el tiempo acostado;
con el insomnio y la soledad, casi me siento acompañado.
Del mundo de los sueños la entrada me han negado
y en el mundo real he quedado atrapado.

martes, 8 de noviembre de 2011

viernes, 4 de noviembre de 2011

MAGIX - She

 Me descargué un programa para crear música electrónica, pero sólo me sirvió 7 días, porque era una versión de prueba. En esos siete días, hice un EP con sus bases.
 Bauticé a mi proyecto musical como "MAGIX", y al EP lo llamé "She". Cuenta con 5 canciones y espero que les guste...

Aquí lo pueden escuchar:

Y aquí lo pueden descargar:

martes, 1 de noviembre de 2011

Quisiera poder tomar una fotografía, hacer un dibujo, una canción, o cualquier cosa que pueda transmitir cómo me siento. Las palabras no sirven para nada en este momento...

jueves, 27 de octubre de 2011

Flores

 Muchas veces he dicho que "lo único bonito en mi pueblo son los lapachos en flor durante el Invierno", pero no es del todo cierto. Todos los árboles son hermosos y supongo que también debería incluir al cielo, que aunque esté presente en todo el mundo (bueno, casi todo, hay lugares en los que no se lo ve por smog o por lo que sea), es una cosa hermosa que también hay aquí en Pampa del Infierno. Pero además de eso, aquí también hay flores... No hay demasiadas, pero hay.
 Uno de los jardines en los que hay flores es el de mi abuela materna, quien tiene todas las plantas que Donald (su perro) le permite tener. Crucé un portón negro y llegué a él para tomar algunas fotografías...



























Y también fotografíe a una vaquita de San Antonio...

domingo, 23 de octubre de 2011

 Construí mis sueños sobre los besos que nunca nos dimos, y los iluminé con la luz de los ocasos, esos que nunca vimos...
 Sólo estoy yo a la luz de esta lámpara, pero si me esfuerzo un poco creo que puedo ver tu sombra en la pared...

viernes, 21 de octubre de 2011

Si no daña a nadie, ni siquiera a ti, hazlo...

 Son las 10:30 de la mañana y estoy en mi casa, sentando en el sillón de la PC con un vaso de chocolatada a un lado (tomo un sorbo cada vez que su sabor desaparece de mi garganta por completo). Sin embargo, debería estar en el colegio. No, no he faltado a clases, me he "fugado", si se le puede decir así.
 Ayer la profesora de Química faltó a clases, y hoy teníamos horas libres, pero a los preceptores les pareció mejor que "recuperáramos" las horas de Química perdidas ayer (y en las horas de Química de ayer, nos habían puesto otra materia, EDI). Así que nos pusimos de acuerdo con casi todo el curso para irnos cuando toque el timbre, pero sólo dos además de mí salimos, y en medio del camino, esos dos regresaron... yo fui el único que se fue. Bueno, la verdad no sé, tal vez los otros se fueron unos minutos más tarde, porque era durante el recreo.
 No me fugué porque sea una gran injusticia lo que hicieron o porque tenía algo importante e impostergable que hacer, lo hice simplemente porque a veces tengo ataques de "adolescencia" y necesito romper las reglas. Me he cansado de estar en lugares en los que no quiero estar (y que no son nada productivos), me he cansado de estar con personas que no quiero estar y de hacer cosas que no quiero hacer (y tampoco son productivas), así que... he empezado a vivir, y no hoy con esta "rateada" como diría alguien que usaría esa palabra [¿?], sino desde hace ya varios días... Si no daña a nadie, ni siquiera a ti, hazlo.
 (Se terminó mi vaso de chocolatada.)
 Además, no es que me esforcé por escabullirme... simplemente fui caminando y salí por la entrada como si saliese normalmente al horario de salida. Me vieron dos profesores, un secretario y un preceptor...
 Si es que se dan cuenta de que falto en el aula, ya sabré el lunes cuál es mi sanción, si es que hay una.

jueves, 20 de octubre de 2011

Más Que Nada...

 Aún no tengo una cámara propia, pero mis padres han comprado una para la familia, y no pude esperar ni 15 minutos para empezar a usarla. Es una SONY DSC-S3000 (la que tenía antes, y rompió mi hermano, era una KODAK EASYSHARE M853).
 Y bueno, como característica propia del humano (sí, por si no se los dije o no se han dado cuenta, soy un humano), me puse a compararlas...
 El zoom es algo que me interesa mucho (por eso mi filmadora tiene uno de 60x), pero también algo a lo que no se le da mucha importancia en las cámaras digitales comunes. Entonces, en ese aspecto, tanto la Sony como la Kodak están iguales.
 Pero la Sony no se desenfoca al acercarse a los objetos como lo hacía la anterior, así que es mucho mejor para primeros planos de objetos pequeños como flores o adornos.
 La resolución de las fotografías de la Sony es de 3648x2736, y la de las Kodak 3296x2472, así que no hay una diferencia muy significativa, son prácticamente iguales. Sin embargo, la definición de esta nueva cámara es un poco inferior a la de la Kodak.
 Además, la SONY DSC-S3000 se adapta mejor a los cambios de luz, algo importante a la hora de fotografías a cosas muy brillantes (como el cielo de la siesta, al cual me fascina fotografiar).
 Y así, en un análisis muy superficial, termino diciendo que esta nueva cámara que está al alcance de mis manos es un poquitito mejor que la que tenía antes... Sabré la verdadera respuesta en más tiempo...
 Por ahora, ¡las primeras fotografías!