Si mis ideales me alejan de
las personas que más quiero, ¿qué debería pensar? ¿Debería reconsiderar mis
ideales y suprimirlos, o cambiarlos por otros para ser más compatible con esas
personas que podrían alejarse? ¿O debería pensar que simplemente mis
sentimientos no son correspondidos, y si no me aceptan como soy, aunque los
quiera, en realidad esas personas no son las adecuadas para mí? Ambas opciones
son dolorosas, ambas destruyen una parte importante de mí, pero a veces no hay
opciones cómodas o fáciles, y las cosas deben ser como deben ser, y ya.
Una característica mía
siempre fue la de ser un “desligado”, tanto con las cosas como con las
personas, y me adaptaba rápida y fácilmente a las ausencias, lo suficiente
incluso como para creer que ni siquiera tenía sentimientos. Ahora me duele
alejarme de alguien que aprecio tanto; me duele saber que no puedo hablarle
más, que no puedo escucharla, que no puedo compartir más nada con ella, que
simplemente dejamos de ser lo que éramos, que convertimos todo lo nuestro en
simples e intangibles recuerdos.
Siempre me molestó no sentir
eso, siempre deseé eso de tener la sensación de que realmente necesitas a la
otra persona, porque me parecía una prueba irrefutable de la existencia de
sentimientos en tu ser, y ahora, como el típico tonto que quiere lo que no
tiene, me arrepiento de haberlo deseado, de haberlo buscado, y de haberlo
encontrado. Siempre pensé más de lo que sentí, pero ahora es como si casi no
pensara, como si me hubiese dejado llevar totalmente por los sentimientos, y
ahora estoy a la deriva.
Ahora es como si naufragara
entre sentimientos, pero antes he naufragado en pensamientos, y ciertamente
ambos naufragios son angustiantes, pero prefiero este, porque es más hermoso.
Ya me cansé de pensar. Sí, hace tiempo que me cansé de pensar; era este
sufrimiento tan ilógico e irracional lo que estaba buscando, un sufrimiento poco
civilizado y más humano, porque es más salvaje, más puro, más genuino, no está
calculado. Todo esto es algo nuevo para mí, algo que antes creía inalcanzable,
y aunque suene contradictorio (porque tal vez así lo sea), lo estoy
disfrutando, porque si bien duele, no deja espacios vacíos, como sí lo hace el pensamiento,
que todo el tiempo está haciendo preguntas, y luego más preguntas acerca de las
preguntas anteriores y sus respuestas.
Pero regresando, ¿qué debo
hacer con esas personas que quiero y mis ideales alejan? ¿Qué debo hacer con
esos ideales que alejan a esas personas que quiero? Mis ideales son de las
cosas en las que más confío, me dan mucha seguridad, e incluso estoy orgulloso
de ellos, porque creo que son un equilibrio entre el pensamiento y los
sentimientos, y no es cosa fácil encontrar el equilibrio, el punto medio entre
los extremos, principalmente para personas como yo. Y las personas que quiero
son las que hacen más interesante mi vida, las que le dan esperanza, ilusiones,
las que me salvan de la locura de la soledad, en el sentido negativo de la
palabra.
¿Por qué siempre hay que
elegir? ¿Por qué siempre las cosas tienen que ser como tienen que ser? Tal vez
lo más emocionante de esta vida sea luchar para que las cosas sean diferentes a
como se supone que tienen que ser; tal vez la solución es ser caprichosos y
buscar que el mundo sea el mundo que nosotros queremos; tal vez lo más
asombroso y hermoso no son las cosas que nos han dado o que nos encontramos en
este mundo, sino las que hemos transformado, a gusto o disgusto…