domingo, 29 de abril de 2012

Kamikaze.

En su lecho de flores duerme mi princesa,
En los altos cielos se desata la guerra.
Sólo somos aves repletas de miedo,
Aunque nuestros corazones sean de hielo.

Mi sublime princesa sólo suspira
Y sacude las cuerdas de toda mi alma.
Si Su Alteza siempre lo precisa,
Yo siempre voy a alzar mis alas.

Las lágrimas de fuego no chamuscan su vestido,
Entierro en las nubes el odio de su enemigo.
Las serpientes que se arrastran en el suelo
Jamás han vencido a las águilas del cielo.

Las pupilas de Su Alteza revolotean como mariposas,
Han tenido que ver hasta las más horribles cosas.
Pero de ahora en más guardaré en mis plumas la sangre,
No permitiré que más gotas la manchen.

Atravesaré el corazón del mal con mi pico,
Rezaré por dar en el blanco mientras aún esté vivo.
No me importa dónde me lleven las heridas,
Porque por mi princesa mi espada será mi vida.

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