sábado, 18 de agosto de 2012

El Humano

 El mundo de los humanos está tan demacrado porque se comete el absurdo error de creer que el humano es un ser sociable.
 No conozco la realidad de los demás, pero aún así me atrevo a decir que el humano es uno de los animales más egoístas. Es fácil darse cuenta, ya que cree que tiene el derecho de matar a cualquier mosca o mosquito que anda a su alrededor sólo porque le molesta su zumbido, o el de comerse a cualquier otro habitante de la Tierra; también cree que su vida vale más que cualquier otra, se trate de una diminuta hormiga o de algo mucho más grande que él, como un elefante.
 El humano es capáz de generar y reproducir hasta los sentimientos más inimaginados en el mundo natural, como el odio, la envidia, la avaricia, el orgullo; y también puede cometer actos irrisorios que a ningún otro ser sobre la Tierra podrían ocurrírseles, como el infligir dolor/asesinar por placer y mentir.
 Claramente en esto se basan todos los problemas de la sociedad. ¿Cómo un ser tan egoísta puede pretender vivir en comunidades numerosas? Una sociedad numerosa sólo da lugar a competencias disparatadas y compulsivas, ya que las personas también tienen una fascinación por las comparaciones; el humano se pasa comparando todo: las cosas, las personas, los otros animales, y hasta a ellos mismos. Y lo peor no es eso, sino que también se dedica a calificar, y al ser tan egoísta siempre quiere ser superior a los demás. Entonces, en la búsqueda de esa supuesta superioridad es donde aparece el odio y el desprecio, y todos los demás sentimientos que surgen de estos.
 Las pruebas de que las comunidades más pequeños son las más convenientes para una especie como la humana no sólo se encuentra en la actualidad (los pueblos/aldeas pequeño/as prácticamente nunca sufren la delincuencia, y sus habitantes viven en paz con la naturaleza), sino que también en el pasado: las tribus aborígenes de América que vivían en grupos pequeños subsistían sin molestar a nadie, eran generosas y hospitalarias (más allá de que seguramente tenían sus defectos), pero las “civilizaciones” más numerosas e “importantes”, como la azteca y la inca, eran tan o más violentas y sanguinarias que las europeas, sometiendo y esclavizando (además de asesinando y mutilando) a las tribus más pequeñas.
 Con esto no estoy intentando decir que el humano es la peor criatura sobre la Tierra (más allá de que realmente lo sea), simplemente quiero dar mis argumentaciones por las cuales creo que puede vivir mucho mejor si se organiza en grupos pequeños, y no en ciudades enormes. Y al referirme al humano en tercera persona no pretendo aparentar ser superior al resto, sino ser objetivo, ver la realidad como espectador y no como protagonista, ya que creo que no hace falta que diga que también soy humano.

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